Las clásicas costillas de cerdo cocinadas a la barbacoa, con una deliciosa salsa agridulce a base de miel, zumo de limón y jengibre.
Para hacer las costillas a la barbacoa, cubra las costillas completamente con agua en una olla grande o una sartén profunda y llévela a ebullición, sin tapar, a temperatura media. una vez que el agua rompa a hervir, cocine a fuego lento durante 15 minutos.
Aparte, en un cuenquito mezcle los demás ingredientes (para hacer la salsa): la miel con el jugo de limón, el jengibre y la cáscara de limón.
Luego, salpimiente ambos lados de las costillas y colóquelas sobre una parrilla de carbón incandescente. Cocine hasta que las costillas a la barbacoa estén doraditas. Unos instantes antes de que las costillas estén listas, pincele generosamente la carne con la mezcla en base a miel, y siga dorando hasta que las costillas a la barbacoa estén a su gusto.
Foto orientativa: WordRidden.
Unas sabrosas costillas de cerdo asadas al horno y aderezadas con salsa barbacoa que nada tienen que envidiar a las elaboradas en los mejores restaurantes.
Lo mejor de un buen costillar es que quede jugoso y lleno de sabor, para ello nada mejor que acompañar la carne con un salsa como la de esta receta.
Para disfrutar de la buena carne y de los guisos con sustancia, os recomiendo esta receta de barbacoa al estilo de Hidalgo con un adobo exquisito. ¡Fácil!
Un rico costillar al horno previamente macerado con ajo, limón, aceite de oliva y tomillo, y pintado con una fina capa de miel. ¿Alguien da más?
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